miércoles, 25 de mayo de 2011

Llámalo como quieras, pero es baloncesto.


Acabas de entrar en otra dimensión. Los sentidos se acucian. Escucha el latir de tu corazón. Por momentos va a cambiar su tempo y vas a sentir como si tu espíritu estuviera en otra parte. Puedes volar y en un instante colgarte de un aro. Tienes unos brazos inacabables con una puntería exacta. Corres, tan veloz, que nadie te puede ver.
Espera un momento. No sigas, mira a tu alrededor. Estas ahí, con la pantalla delante. Vuelta a la realidad.
No te preocupes, no eres el único que vive esta experiencia. Hay quien dice que esto es magia, pero la verdad es que es baloncesto.

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