jueves, 6 de enero de 2011

Tengo ganas de ti.-

Yo no. Yo era el único que sonreía.
Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro,cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando... cada instante es un peso enorme, insostenible. resoplas todo el tiempo. Y querrías liberarte como sea. De cualquier forma. De la más simple, la más cobarde, sin dejar de nuevo para mañana este pensamiento: << Ella no está.>> Ya no está. Y entonces, simplemente, querrías no estar tu tampoco. Desaparecer. Paf. Sin demasiados problemas, sin molestar. Sin que nadie tenga que decir:<< Oh,¿te has enterado? Sí, precisamente él... No sabes cómo ha sido...>> Sí, ese tipo contará tu final, lleno de quién sabe cuáles y cuántos detalles, se inventará algo absurdo, como si te conociera de siempre, como si sólo él hubiera sabido realmente cuáles eran tus problemas. Es extraño... Si quizás ni siquiera has tenido tiempo de entenderlos tú. Y ya no podrás hacer nada contra ese gigantesco boca-oreja. Qué palo. Tu memoria será víctima de un imbécil cualquiera y tú no podrás hacer nada por remediarlo. Sí, ese día hubieras querido encontrar a uno de esos magos: colocan un pañuelo sobre la paloma recién aparecida y, paf, de repente ya no estás. Ya no está y basta. Y tú sales satisfecho del espectáculo.

No hay comentarios: